Empezando

Blog creado en un momento de ocio y locura, he de admitirlo, dentro de poco iré subiendo nuevas cosas así que, lo escaso que hay, espero que lo disfruten.

Se aceptan críticas, tomatazos, lechugazos, y demás verduras, así como objetos cortopunzantes, siempre y cuando no atenten seriamente contra la vida de la autora.

¿La principal razón de esto? Ní si quiera yo soy capaz de decirlo, sin duda alguna, algo saldra de esto...
____________

A blog created in a moment of leisure and craziness, I must admit it, soon I'll be uploading new stuffs here, so I hope that you enjoy the little I have here... for the moment.

I accept critics, flying vegetables, as so sharps objects, as long they do not seriously attempt against the author's life.

What is the principal reason of this? Even I can't give a precise answer to that, but somehow, something will come from this... or so I hope.

lunes, 12 de mayo de 2014

Otra nueva idea...

Link de la imagen aquí
A veces me odio a mí misma.

No se que pasa por mi mente cuando se me ocurre esto, y a veces ni se que tan original pueda ser. Tengo una historia que tengo planeado reescribir porque más hoyos e incongruencias no podía tener.

También me pregunto si algún día terminaré alguna de las que tengo...

¿La nueva idea?

¡Tachán~! Estoy trabajandola, pero al menos parece ser un poquito más sencilla de trabajar que las otras que tengo revoloteando por ahí...



Preámbulo

     Estaba oscuro, el sol habiéndose ocultado hacía horas. El viento soplaba sin clemencia alguna, balanceando arboles cómo si estuvieran hechos de papel y azotando los techos de las casas con tanta fuerza que daba la impresión de estar a un paso de ser desprendidos, dejando desprotegidos de la furia de la tormenta a los habitantes de dichos inmuebles.

     En el tope de una colina, una casa que más bien parecía palacio se alzaba con un orgullo incuestionable. Si objetos inanimados hubieran sido capaces de hablar, todos estarían de acuerdo de que el orgullo de dicho castillo no era gracias a su maravilla arquitectónica, sino más bien a la historia que sus paredes tenían por contar. Dicha propiedad había estado siempre bajo el comando de una misma familia desde que fue construida hacía siglos, cada generación añadiendo nuevos atributos. Modernizándola. Cada uno de los miembros de la familia Stella eran indiscutiblemente algunas de las personas más excéntricas en caminar sobre la faz de la tierra.

     Nadie sabía exactamente de dónde habían venido ya que parecía que siempre habían estado presentes. Nadie tampoco podía recordar un momento en la historia de la pequeña ciudad en la cual algún miembro de dicha familia no hubiera estado involucrado. A pesar de que la familia tenía fama de tener miembros un tanto insólitos, todos—o al menos la gran mayoría—eran queridos y tenidos en gran estima por muchos. Por lo cual no era de extrañarse de tener una gran congregación en la mansión cuando algún miembro de dicha familia decidía irse a un nuevo mundo. Y aunque el clima parecía estar haciendo hasta lo imposible para que nadie saliera, eso no evitó que una gran multitud hubiera ido a dar su más sentido pésame. 

     Aurai Stella murió a la corta edad de 25 años. Fue una de las personas más queridas tanto entre la familia como entre el resto de los ciudadanos. Siendo una de las mayores de cinco hermanos y una de las menores entre una cantidad casi incontable de primos. El mayor de todos sus hermanos era Cadmus Stella de 27 años mientras que los tres restantes eran Bóreas de 22 y los gemelos Hyacinth y Khione de 20.

     Ella fue la primera en morir de sus hermanos, más no la primera en morir de su generación; de hecho, había sido la décima tercera en despedirse del plano físico. 

     Un rumor muy curioso que corría en bocas de todos era que los Stella cargaban a sus espaldas una maldición que hacía que todos sus miembros muriesen en la cumbre de su vida. Eran contadísimos los casos de aquellos que lograban vivir pasados los 50 años, ya que alguna clase de desgracia parecía salir de la nada y llevarse consigo a uno u otro miembro de la familia. 

     Nadie se explicaba cómo es que con dicho rumor aun había personas dispuestos a desposar a uno de ellos; peor aún, cómo era posible que la familia siguiera existiendo cuando casi prácticamente cada año (o dos) perdían a uno de sus integrantes. Pero a pesar de que no lograban vivir tanto, alguna ley sobrenatural parecía haber dispuesto que ninguno de ellos muriera teniendo menos de 18 años, ya que hasta la fecha ningún infante (o alguien menor a esa edad) había caído víctima de dicho infortunio, todo lo contrario, parecían salvarse aún si estuvieran en el medio de un huracán sin nada que los protegiera. En más de una ocasión uno que otro asesino había tratado de eliminar a uno de los más jóvenes, aquellos que no parecían tener ni 15 años, con la expectativa de conseguir alguna reacción por parte de los mayores al ver que uno de los suyos había sido aniquilado frente a sus ojos sin ellos pudiendo evitarlo, solo para que el final terminara en el asesino perdiendo la vida de formas que ni el mejor de los eruditos podía explicar.

     Más sin embargo, la susodicha maldición de maldición no tenía ni un ápice. No, no era una maldición lo que hacía que muriesen jóvenes, sino más bien un contrato. Desde el momento que uno de ellos alcanzaba los 13 años de edad se les era dado que escogieran de entre una serie de opciones. Dependiendo de su elección, así también sería su “muerte”. Ellos no morían, o al menos, no de la forma en la que todos creían. Los que escogían continuar con el legado de la familia, tenían que desaparecer antes de cumplir los 30 años; los que no continuaban hasta que la propia muerte viniera a colectar sus almas. Ellos simbolizaban la diversión, el regocijo, la vida (irónicamente). Y así como ellos también había otras familias con tareas similares. Después de todo, tenía que haber un balance. Así como había luz tenía que haber oscuridad. Así como había orden había caos. Y a pesar de que sus tareas pudieran ser algo diferentes, todas respondían ante un mismo cuerpo; si una se salía de su camino por una u otra razón, quién los castigaba era la misma persona, o la misma institución al menos, ya que cada familia tenía un patrón (o hasta tres, aunque habían varias familias que tenían hasta cinco) que estaba señalado en alguna parte de su nombre o en su lema. 

      Aunque no todas las familias eran exactamente humanas. No era secreto que la familia que simbolizaba salud y buena fortuna era nada más ni nada menos que una familia conformada de vampiros y hombres lobo. Así como los que representaba las artes eran descendientes de elfos y ninfas. En más de una ocasión alguien se preguntó quién demonios había sido el responsable al momento de distribuir dichos títulos a cada una de las familias involucradas. Sólo a un demente se le ocurriría entregar el título de Representante de Salud y Buena Fortuna a una familia constituida por seres que no eran conocidos por tener ninguna de esas dos características; o el título de Representante de Justicia a una familia que se decía provenir de ángeles caídos (o peor: demonios).

     Pero el punto era, que cada una de esas familias servía para un propósito; y aunque algunas de ellas tuvieran miembros de naturaleza incierta, la verdad era que cumplían con su deber.

     La Familia Stella, por otro lado, sabía que en esta ocasión la muerte de uno de los suyos no había sido el resultado de su contrato. Alguien había asesinado a la joven Aurai Stella de la forma más cruel que hubieran visto. Ella no iba a volver para cumplir con su trabajo; no, ella no iba a volver porque nunca logró terminar su pacto de continuar el legado de la familia, ya que dicho pacto iba a ser sellado en su cumpleaños número 27.

     La tormenta empeoró.

     Los vientos se tornaron más fuertes, truenos retumbaban en el cielo y los rayos iluminaban la noche con una luz violácea

     Alguien había asesinado no sólo a Aurai Stella, sino que también se decía que ella no había sido la primera en morir en circunstancias extrañas; circunstancias que no tenían nada que ver con su deber.
 
     Alguien estaba intentando romper el equilibrio, eso era más que obvio. Lo otro que era obvio era que los dioses no estaban contentos ni un poco.
 
-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-



Y por el momento ese es mi "preámbulo" porque no se como llamarlo ya que el primer capítulo no es pero ni por cerca. Digo, ¿acaso eso parece ser el primer capítulo? Para mi no. 

Voy a trabajar la idea un poco más, pulirla y todo eso... A ver si se convierte en mi proyecto NaNo para este año...

Tampoco tiene título, por lo que si alguién tiene una idea, estoy más que dispuesta a escucharla.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario